Magallanes, sueños de grandeza

Viernes 19 de noviembre de 1999

Con un capital inicial de tres millones de dólares, el grupo que lidera el empresario Alfonso Swett quiere perfeccionar la experiencia de la Universidad Católica, pero a través del sistema de sociedad anónima.

Los viejos hinchas de Magallanes, la mayoría con el escudo albiceleste en la solapa, parecía que vivían un sueño. Eran testigos de un proyecto impensable para un club que al cabo de 102 años de existencia se debate muy lejos de la gloria que alcanzó en sus albores.

Pero allí estaban esos 201 socios del viejo y querido Magallanes, colmando uno de los salones del hotel cinco estrellas donde fueron citados por sus dirigentes, con la atención puesta en quienes prometen transformarlo en uno de los clubes más importantes y poderosos del fútbol chileno.

La documentada exposición de Fernando Carlín -la cara más visible del grupo de los inversionistas que convertirán a la centenaria entidad en sociedad anónima-, fue despejando las dudas de los asistentes.

Y cómo no creerle si el líder de la iniciativa es Alfonso Swett, cuya obra en Universidad Católica se esparce por los cerros de San Carlos de Apoquindo. Más todavía cuando Carlín habló de superar lo realizado por los cruzados, para lo que se cuenta con un capital inicial de tres millones de dólares. Incluso Carlín se atreve a decir, como testigo directo de la gestión de Swett, que el proyecto de la UC se estancó hace seis o siete años.

EL CLUB IDEAL

Por la simpatía que despierta en el medio y por la escasa deuda que arrastra, Magallanes era el club ideal para desarrollar esta ambiciosa iniciativa, que tendrá un desarrollo no menor a los cinco años. “Acá nadie ganará plata de un día para otro”, indicó Carlín.

Para soslayar la ausencia del marco legal, Magallanes operará en un comienzo como una corporación que estará representada por un director en la nueva sociedad anónima.

El plan estará estructurado sobre la base de las llamadas áreas de relación, es decir, infraestructura, comunicaciones, marketing, eventos y fondos de inversión. En la primera área se contemplan gimnasios, clubes de golf, tenis, centros ecuestres y piscinas.

También se abarcará el área social, con un acento en el nivel educacional para acercar el club a colegios y universidades. Y como si fuera poco, en el plano de la salud, hasta se proyecta la creación de una Isapre.

En lo propiamente deportivo, los inversionistas tendrán especial preocupación por el primer equipo y en el trabajo formativo. “Nosotros ya tenemos la experiencia de la UC. En esos tiempos nunca se compró a jugadores mayores de 23 años y ahora llegan hasta de 35. Son jugadores viejos, añejos. Creemos que el pan es más rico cuando se hace en casa”, manifestó Carlín.

El ejecutivo añadió que “Swett quiere armar el mejor equipo, con gente dispuesta a perder plata pero que le guste el fútbol y con deseos de hacer las cosas en grande”.

Los socios de Magallanes, afirmados en su romanticismo eterno y en la riqueza de sus nuevos aliados, alientan este sueño que sólo el tiempo dirá si se convierte en realidad.

Magallanes será sociedad anónima

Por unanimidad y con aplausos, los socios de Magallanes aprobaron anoche el proyecto para transformar al club en sociedad anónima el que fue presentado por un grupo de inversionistas que lidera el empresario Alfonso Swett, ex presidente de la Universidad Católica.

El ambicioso proyecto contará con un aporte inicial de tres millones de dólares, lo que permitirá que el centenario club sea unos de los más importantes del fútbol profesional de nuestro país.

El acuerdo de los 201 afiliados que asistieron a la asamblea extraordinaria, que se desarrolló por casi dos horas en un hotel capitalino de cincos estrellas, se tomó tras una detallada exposición de Fernando Carlín, vocero del grupo de inversionistas y del abogado Felipe Bascuñan, los que explicaron la iniciativa, además de responder las interrogantes planteadas por los socios.

Carlín contó que luego que trascendió el proyecto con Magallanes, fueron numerosas las invitaciones que recibieron de otros clubes para desarrollarlo. “Uno de ellos es una institución que tiene una deuda impagable; también se interesaron clubes que están en algunas comunas, en fin, el atractivo de nuestro proyecto es inmenso. Pero, tras los estudios de rigor, se concluyó que Magallanes es el club ideal”.

Explicó que el “Proyecto Magallanes” será la base de un plan a largo plazo en diversas áreas relacionadas con el deporte, “con largos años de déficit. Somos gente de fútbol y sabemos que hay que perder plata para cristalizarlo. Los que piensan lo contrario se equivocan”.

Con la aprobación de los socios, acto protocolizado por el notario Jorge Zañartu, se creará ahora Magallanes S.A., a la que la actual corporación que posee un patrimonio negativo de 24.485.061 pesos y pérdidas acumuladas por 49 millones de pesos, se le otorgarán acciones equivalentes a 55 millones de pesos.

Para el timonel de los albicelestes, Rubén Acuña, “el club vive un momento histórico, con una oportunidad caída del cielo”.

Alfonso Swett, quien no pudo llegar a la cita por encontrarse fuera de Santiago, envió un mensaje de agradecimiento a la gente de Magallanes por la aceptación del proyecto.

Ramón Reyes A. / Diario La Tercera